Mis padres querían que yo naciera en mayo, pero, como a mí me gusta el frío, llegué en enero. Me aburrí desde el kinder hasta la preparatoria y no porque fueran fáciles (que lo fueron, no lo voy a negar), sino porque nunca tuve muchos amigos. Hice la carrera de matemáticas y tengo una maestría en economía; ahora estudio estadística convencida de que nada de esto me será útil en la vida. He vivido casada, divorciada, en amasiato y soltera (en estricto orden) esperando pacientemente el día en que sentiré el trueno. Escribo para no llorar, disfruto caminar con las manos en los bolsillos, leo poco y sin tiento, amo los días de lluvia, estoy decidida a que nadie me escuche tocando el violín y viajo con el único propósito de saber dónde estoy. Y todo porque, a final de cuentas, lo que mi mamá parió fue una niña solitaria.
Lo dicho. Ayer fui a la tienda y por más que rebusqué entre los anaqueles -de muy mala gana- no encontré las toallas que había estado usando últimamente. Ni siquiera hallé algo medianamente parecido.
2 Comments:
Bueno eso si es un problema más cuando resulta lo ultimo de todas esas pequeñas cosa que te pueden irritar fisica, espiritual y mentalmente
Sí, Rosy. Afortunadamente ya te vi y ya te leí.
Besotes
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