Wednesday, September 22, 2004

La aldea

El sábado perdoné a M. Night Shalayaman (o como se llame). Le tenía tirria desde que Señales pasó a encabezar mi lista de “Lo más decepcionante de la última década”; y es que deveras fue pésima. Creo que solo le gustó a Rodrigo y a Daniel y sigo sin entender porqué. Con todo, debo reconocer que los pretextos de la niña para dejar vasos de agua por todos lados eran excelentes. De ahí en fuera: tache.

Pero La aldea me gustó mucho y se puso a la altura de Sexto sentido y Unbreakable. Me acuerdo que la primera me gustó cuando la vi y todos quedamos pasmados al darnos cuenta de que Bruce Willis está muerto desde la primera secuencia; sin embargo, salvo unos cuantos buenos sustos, no pasa a mucho más. En cambio Unbreakable me encanta por cosas como la lógica implacable del malo: “si existo yo, del otro lado de la campana, debías existir tú”, le dice Samuel L. Jackson a nuestro pasmado protagonista. Ha caido en el juego y ya no puede escapar y, como todo superhéroe que se precie, vivirá atormentado el resto de sus días por ser lo que es. Me encanta.

La protagonista de La aldea sale como a media película y uno tarda en darse cuenta de que es eso: la protagonista. El resto del tiempo uno la va siguiendo con angustia y el deseo de que alcance su objetivo aunque no podemos dejar de pensar que va a estar canijo que lo logre. Es como apostarle al caballo más flaco de la carrera nomás porque nos cae bien y nos da un poco de lástima.

Hay un punto en su travesía que me recordó mucho esa escena de La historia sin fin donde el caballo de Atreyo se deja vencer por la tristeza y es tragado por el pantano (que levante la mano el que no sintió feo en ese momento). Pues ahí estaba yo, sintiendo la desesperanza de esta chava, cuando llegó el típico giro de 180 grados de este director y me tomó por sorpresa. Yo estaba tan clavada en la historia que se me olvidó por completo que este monito siempre hace lo mismo.

No puedo dejar de pensar que solo gente que se sienta muy, pero muy lastimada podría hacer eso (y no les digo qué es “eso” por si no la han ido a ver). También me entretiene pensar en todo el esfuerzo logístico que hubo detrás de su empresa y los detalles técnicos que tuvieron que superar. Pero no puedo negar que a mí también se me antoja sentirme como Susanita, cuando piensa que el mundo está taaan lejos.

2 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Respecto a La aldea (aviso: asumo que ya la vieron):
1) A mí no me gustó. A Alma sí.
2) Me sentí estafado por la diferencia entre lo que me vendieron y lo que compré. Como película "de suspenso" deja mucho que desear. La primera aparición de los que no deben ser nombrados es desafortunada en este sentido, pues acaba con la tensión nacida de la ignorancia acerca del aspecto o la naturaleza (son fantasmas, extraterrestres o bestias) de dichos seres. Si ya se resolvió este asunto (son primos de los buitres malvados de "El cristal encantado"), ¿qué resta por descubrir?. Su origen, sus motivos. De momento, los enredos de los aldeanos no tienen nada que no podamos encontrar en una película acerca de un gueto rodeado de nazis. A partir de este momento, para mí, dejó de ser una película de suspenso para convertirse en un acertijo. De "la emoción" pasé a "la duda".
3) Ahora, quedémonos con lo que fue. Yo lo que tardé en descubrir fue si en verdad era ciega o no la protagonista. Los carreras que pegaba para llegar a un lugar específico tuvieron la culpa. Me convencí de que no veía cuando se tropezó contra los escalones de su casa (¿¡!?).
Tras el ataque contra Phoenix, nos enteramos de que están "encerrados" por voluntad propia (al menos, en lo que toca al Consejo). Todo ese rollo acerca de la promesa lo corrobora; no se trata de un "no poder" salir, sino de un "no deber" consecuencia de un "no querer". Mismo caso que con las bestias, se elimina la tensión que de la ignorancia de ese detalle podría derivar y sólo nos dejan la duda del por qué.
Poco después nos enteramos del origen de los que no se nombran, revelado por el patriarca. La aparaición de la bestia cuando la ciega está en medio de las flores rojas me hizo recuperar la esperanza, creí que iría un poco más allá tras una contradicción tan marcada (el patriarca niega la existencia de los seres y la realidad la afirma). Al resolverse este conflicto de inmediato, se desvanecieron mis esperanzas.
El final, simplemente, fue excesivo. Me parece que no agrega ninguna sustancia y que, por el contrario, obliga al director a forzar la narración para resolver detalles relativos al aislamiento en pleno siglo XX-XXI
(todavía tengo un pie en el anterior, he vivido muy poco en éste). Son aspectos de caracter operativo, pues, que se resuelven con el simple expediente del abuelo millonario (Ser millonario es un recurso válido para colocar a los personajes en una situación determinada, pero no es suficiente para enriquecer una historia: pensemos en el mar que media entre Batman y Riqui Ricón).
Muy bien, se aislaron y se les ocurrió llevar una vida del siglo XIX para facilitarlo. Lo rescatable de la película se pudo dar en una verdadera comunidad del XIX: los mecanismos de dominación, de poder, puestos en marcha por el consejo; la construcción "desde arriba" de las leyendas (que después serán mitos y cosmogonías) de una comunidad. Ése, para mí, habría sido un buen final (la vuelta de tuerca única que hace tan delicioso a "El sexto sentido"): Descubrir que no hay tales monstruos y que todo un pueblo está aislado gracias a la voluntad de unos cuantos. ¿Les parece poco?
4) Pese a todo, casi no hay cabos sueltos. Pero uno es relevante: si los que estaban en el secreto eran los del consejo, y al menos cuatro de ellos tenían sólo hijos solteros, ¿de dónde salieron todos los demás, niños y jóvenes). En la foto se sugiere que el único de la nueva generación nacido fuera (lo que explicaría el aura distinta que percibe la invidente) es el personaje de Phoenix. Si los demás nacieron ya en la aldea, ¿quién los regranparió?

11:48 AM  
Blogger Grimalkin said...

Qué puedo decir, carnal. De todo hay en este supermercado de Dios =)

12:04 PM  

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